En el presente artículo pretendemos mostraros qué criterios seguimos a la hora de ofreceros una balanza, una báscula industrial o una solución de pesaje.
1. Función que se le va a dar a la balanza o báscula industrial en el en el proceso de producción
Lo primero que hay que hacer es valorar la funcionalidad de la báscula dentro el proceso productivo, es decir, qué función realizará.
Prácticamente se pesa en todas las fases de un proceso de producción: desde la recepción de las materias primas, la clasificación de artículos en el proceso de llenado, el contaje de piezas, el pesaje de lotes, formulación y mezclas, comprobación de existencias, la preparación de pedidos, el control estadístico de contenido efectivo –“e”– y un largo etcétera.
2. Metrología legal y Metrología de calidad
Otra de las cosas a tener en cuenta es si se necesita una báscula en metrología legal o una metrología de calidad.
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3. Rango de pesaje y diseño del instrumento de pesaje
El rango de pesaje indica la cantidad máxima y mínima que puede pesar. Si pesamos en miligramos, inmediatamente le asociamos una balanza de precisión, analítica… con un diseño compacto, ubicado sobre un mesado de laboratorio. Si pesamos en toneladas, por ejemplo: un camión, soluciones para el pesaje de vehículos con la plataforma (en las dimensiones adecuadas) en exterior, conectada a un sistema de gestión. Si lo que pesamos son graneles, sólidos o líquidos, el receptor de carga puede ser un depósito, tolva, reactor o cinta transportadora…
Los distintos fabricantes disponen de unos estándares en distintos rangos de pesaje y tamaño. En estos casos, hay que dimensionar bien, el instrumento, para evitar sobrecargas. Solo cuando el pesaje que se requiere es muy particular debemos estudiar la solución más adecuada en función de: la capacidad máxima de la carga, del peso muerto del receptor de la carga, del número de puntos de apoyo, de si tiene movimiento o fuerzas que intervengan…
4. Escalón, resolución y clase de precisión del instrumento
Por “resolución”, “escalón= e”, “división=d”, “precisión de lectura” se entiende la alteración más pequeña de masa que una determinada balanza es capaz de indicar independientemente de su capacidad de pesaje.
Por ejemplo, una báscula con una resolución de 0,001 kg indicaría un peso de 114,318 kg al pesar un objeto de 114,318 kg, pero una balanza con una resolución de 0,01 kg indicaría un peso de 114,32 kg.
Las normas y la legislación nos definen la clase de precisión de un instrumento y sus escalones de verificación “e”.
5. Elección del acabado y la estanqueidad
En función de lo que se vaya a pesar y del entorno en que se haga debemos elegir el acabado de las básculas. ente los materiales más habituales nos encontramos: plástico ABS, aluminio lacado, acero pintado o galvanizado en caliente, inoxidable Aisi 304 o 316, hormigón armado, etc.
Si pesamos productos del mar, en una planta de elaborados, la salinidad, la humedad, la condensación, la temperatura… nos van a requerir acabado inoxidable aisi 304 o mejor ais i316 y una estanqueidad electrónica elevada: IP68, IP69K. Las salas de procesamiento de esos productos, además, tienen unas altas exigencias higiénicas a la que se someten al finalizar la jornada todos los instrumentos.
La IEC especifica grados de protección para dispositivos eléctricos mediante un sistema de clasificación en el que se definen códigos IP (IP = “Ingress Protection” = protección contra penetración). Cuanto más alto es el grado de protección, más aislado está el dispositivo electrónico contra cuerpos extraños, polvo y humedad (incluso chorros de agua).
6. Factores externos
Debemos intentar evitar que condicionantes atmosféricos influyan en la medida como puede ocurrir con la temperatura, la humedad, la condensación, los campos magnéticos o motores y vibraciones de otras máquinas.
Cuando hay gases o polvos en el ambiente, que puedan provocar una explosión del aire, se dice que es una zona Atex. Las básculas, balanzas, componentes de pesaje para zonas Atex siguen unas normativas y acreditaciones específicas.
Cuando pesamos palés, bidones o cajas de cierto peso, debemos preguntar: ¿Cómo se posiciona la carga en la báscula? Según el cliente disponga de transpaletas o carretilla elevadora le ofreceremos unas soluciones y otras.
7. Complementos, requisitos del proceso
Las básculas o balanzas pueden complementarse con opciones que optimizan su funcionalidad, evitando riesgos e integrándolas en los procesos de gestión. Entre ellos podemos mencionar:
- Las básculas pueden conectarse al sistema o red de gestión de fábrica, a través de interfaces como Bluetooth, RS232, RS485, TCP/IP, Ethernet, Profibus y otros tipos de conexiones.
- Si precisamos pesar los 365 días / 7 días de la semana / 24 horas deberemos asociar a la báscula a un sistema de gestión automático. El usuario se identificará bien con cámaras, bien con tarjeta y accederá a realizar el pesaje. Ese hardware y software que requiere se estudia a medida.
- En las básculas de camiones elevadas, en sus longitudinales se sitúan unas barandillas de perfil tubular para orientar al camionero sobre la pista de rodadura. Diseñadas para básculas instaladas sobre suelo con la superficie completamente plana.
8. Instalación y puesta en marcha
En algunas de las comercializaciones que hacemos consisten en: desembalar, asegurar su correcta nivelación, encender la balanza o báscula y ya podemos pesar.
En otras, como una báscula para el pesaje de vagones de ferrocarril entre definir el espacio, ejecución de la obra civil, fabricación, instalación y puesta en marcha transcurren unos tres meses.
Importante: el fabricante, el comercializador, el reparador (todos los agentes) deben estar debidamente autorizados. En nuestro caso:
Nº de Control Metrológico XUNTA DE GALICIA: Fabricante: 03-M-1001| Reparador 03-M-001R
9. Relación calidad/precio
Si hemos seguido los 8 puntos anteriores y le ofrecemos varias soluciones a nuestros clientes, en su elección final influye el importe.
Aconsejamos “realizar una evaluación de los beneficios que nos aporta esa báscula”.
Y recordad, una báscula es un instrumento de medida del que nos interesa garantizar su precisión y exactitud y que esa fiabilidad permanezca en su vida útil.
